viernes, 24 de junio de 2011

Tasas de Interés Históricamente Bajas

Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré sobre las tasas de interés, y en este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala:
A. La buena, es que las tasas de interés han bajado a un nivel mínimo histórico.
B. La mala, es que a los ahorradores están perdiendo poder adquisitivo porque la tasa de interés real es negativa.
La tasa de interés representa el costo del dinero, los economistas definimos la tasa de interés como el premio que se va a obtener por posponer el consumo presente y ceder nuestros recursos a una institución financiera o a un particular para que invierta en alguna actividad productiva. Esto significa que la tasa de interés tienen dos visiones, por una parte es el premio que obtienen los ahorradores o prestamistas cuando depositan su dinero en una institución financiera y, por otra parte, es el costo que pagan los deudores o prestatarios cuando una institución financiera les ha concedido un préstamo que pueden ocupar para adquirir bienes o financiar sus operaciones.
Las tasas de interés son publicadas en los diarios, por ejemplo, al día de ayer la tasa de referencia nacional, la tasa de fondeo a un día, se ubica en 4.5 por ciento, lo que significa que si usted deposita hoy 100 pesos dentro de un año usted recibiría 104.5 pesos. Otra tasa líder es la de los Certificados de la Tesorería de la Federación, cada martes se realiza subasta y antier se fijo en 4.05, lo que significa que si usted invierte en cetes por cada 100 pesos que ahorre ahora dentro de un año obtendrá 104.05 pesos. Los Cetes son certificados emitidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y colocados en el mercado primario por el Banco de México y constituye el instrumento financiero básico por medio del cual se financia el gobierno federal. Pero ahorrar en cetes no es sencillo porque por que los certificados no se venden individualmente sino por medio de paquetes con un costo de más de un cuarto de millón de pesos.
Así que lo más común es que ahorremos en una cuenta a plazo fijo en algún banco comercial. Si ahora depositáramos nuestro patrimonio en una sucursal bancaria, dependiendo del banco nos pagarían desde 1.3% a 3.5%, en promedio nos otorgarían una tasa de interés anual promedio de 2%.
Lo cual no suena mal. Sin embargo, la tasa de interés nominal no expresa el verdadero rendimiento del dinero, ya que existe un mal pernicioso que le debemos descontar: nada más y nada menos que la inflación, a la cual definimos como el alza generalizada de los precios y su efecto nocivo es reducir nuestro poder adquisitivo.
Veamos que sucede con las tasa de interés que he mencionado: la tasa de fondeo diario que nominalmente se ubica en 4.5%, si le descontamos la tasa de inflación esperada para el próximo año de 3.5%, entonces nos arroja una tasa de interés real de tan solo 1%. Considerando los Cetes, si la tasa nominal es de 4.05, entonces la tasa de interés real del instrumento gubernamental es de tan sólo 0.55%. Pero el dato más grave lo encontramos cuando se considera la tasa de interés que paga la banca comercial por nuestros depósitos en efectivo, si en promedio pagan el 2$ y dada una tasa de inflación de 3.5%, entonces la tasa de interés real es de -1.5%, lo que significa que usted le deja su dinero al banco para que éste el banco se lo cuide y crezca, y resulta que lo cuida, pero en lugar de crecer disminuye. Obviamente usted lo percibe un año después, cuando al retirar su depósito y quererlo gastar ya no puede compara lo mismo que hace un año porque la inflación y el bajo rendimiento bancario se han comido su ingreso.
Estimado radioescucha, no cabe duda que reducidas tasas de interés ayudan al crecimiento de la economía, ya que facilitan la compra de mercancías, lo que fomenta el consumo y alienta la inversión, es decir, ayuda a los deudores. Pero en contrasentido, una baja tasa de interés reduce los ingresos de los ahorradores. Más cuando se trata de pequeños ahorradores quienes al depositar en el banco de la esquina, sin saberlo, están perdiendo poder adquisitivo. Pero revise su estado de cuenta y observará que en su tarjeta de crédito el banco le cobra en un mes lo que a usted le paga en un año. !Que buen negocio¡

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