viernes, 24 de junio de 2011

Egipto

Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré la situación que se vive en el mundo árabe particularmente Egipto. En este tenor, les tengo dos noticias: una mala y una buena:
A. La mala es que hay conflictos sociales con pérdidas de vida humana, que además han contaminado variables internacionales como el precio del petróleo y las bolsas de valores.
B. La buena, es que la sociedad egipcia, en búsqueda de libertad, se ha unido para derrocar a un dictador que solo lleva 30 años en el poder.
La República Árabe de Egipto es un país que se sitúa al extremo nordeste del continente africano, la mayor parte de su superficie la integra el desierto del Sahara, sólo habitado en torno a los oasis y su capital es El Cairo.
Egipto es el país árabe más poblado, cuenta con 80 millones de habitantes, su producción (PIB) se aproxima a 200 mil millones de dólares y su ingreso por persona es de 2,300 dólares al año. Para darles una mejor idea, considere que la producción egipcia equivale a una quinta parte de la riqueza que producimos en México y su ingreso por persona es una tercera parte del que disfrutamos los mexicanos. Egipto es una nación pobre en donde 4 de cada diez personas viven con dos dólares al día, su tasa de desempleo general es de 13% y la juvenil supera el 30%.
Actualmente los pilares de la economía egipcia son la agricultura, el petróleo, el gas, los textiles, la construcción, el turismo y el canal de Suez. Los principales socios comerciales de este país son Estados Unidos y algunas naciones de la Unión Europea
Después de la guerra Fría, la mayoría de los países árabes se alejaron de Moscú e ingresaron dentro de la órbita estadounidense. Recibieron apoyo financiero, armas para combatir a los disidentes y gestores políticos que toleraban la falta de democracia y libertad.
Como resultado de lo anterior, hoy Egipto vive una protesta multitudinaria, miles de manifestantes han atestado las calles de El Cairo durante más de una semana reclamando una mayor libertad, la inclusión en el mercado laboral, acceso a los servicios básicos y el derrocamiento del mandato autoritario Hosni Mubarak, con 30 años en el Gobierno.
A pesar de ello, Mubarak no está dispuesto a dimitir ni a ceder a la presión de las protestas, además el máximo mandatario ha anunciado en un discurso que no se presentará a las próximas elecciones, en septiembre, y que permanecerá en el poder con un nuevo Gobierno abierto al diálogo con todas la fuerzas y a las reformas democráticas. Sin embargo, la oposición se mantiene firme, y asegura que no va a establecer ningún diálogo con el Gobierno hasta la marcha de Mubarak.
Las redes sociales han jugado un papel muy importante como canales de comunicación para la organización de las protestas. Debido a ello, una de las medidas tomadas por el régimen de Hosni Mubarak para abatir las manifestaciones fue bloquear las comunicaciones impidiendo el acceso a internet país y el uso de los teléfonos móviles.
La inestabilidad política está contagiando a la economía mundial, desestabilizando la actividad petrolera de la región, provocando con ello un alza en el precio del crudo. Otros factores preocupantes son el posible cierre del Canal de Suez, que representa el 8% del comercio global, incluido un millón de barriles diarios de petróleo del Golfo Pérsico y productos refinados, y la respuesta al alza de los precios de alimentos.
Estimado radioescucha, los millones de personas que se han levantado en protesta parecen anunciar que los regímenes dictatoriales con espíritu de permanencia empiezan a tener los días contados. Sin embargo, la transformación de estos países islámicos en democracias de corte occidentalizado y capitalista no parece ser un camino fácil. Hoy en día, un pueblo encolerizado se ha unido y protesta a un dictador con casi un tercio de siglo en el poder. En América Latina también hay ejemplos de esta naturaleza, en Cuba Fidel Castro acumula 52 años en el poder y Hugo Chávez en Venezuela lleva 12 años. Pero como decía la abuela, “cuando veas las barbas de tu vecino rasurar, pon las tuyas a remojar”.

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