viernes, 24 de junio de 2011

Premio Novel en Memoria de Alfred

Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré la reciente entrega del Premio en Memoria de Alfred Nobel en Ciencias Económicas del Banco Central Sueco (Sveriges Riksbank), y en este tenor, les tengo dos noticas: una buena y una mala:
A. La buena, es que el pasado 11 de octubre de 2010 fueron galardonados con este reconocimiento tres profesores de renombre internacional: Peter A. Diamond, Dale T. Mortensen y Christopher A. Pissarides.
B. La mala es que a pesar de que el Premio Nobel en Ciencias Económicas se ha entregado desde hace casi medio siglo, nunca un mexicano ha sido llamado al podio de honor.
Alfred Nobel, al seguir a lo largo de su vida los caminos de la invención y los negocios conocía la importancia de los desarrollos científicos para el progreso de la humanidad. En 1895, un año antes de su muerte, dejó en su testamento instrucciones para el establecimiento de un fondo que debía ser invertido en “títulos financieros seguros” cuyos intereses anuales habrían de repartirse en partes iguales entre los representantes más destacados de los principales campos del conocimiento en el ámbito nivel mundial.
Los poco más de 31 millones de coronas suecas que Alfred Nobel destinó a la formación de este fondo rendirían intereses anuales por alrededor de 150 mil coronas suecas (a precios de 1901) para ser repartidos entre quienes realizaran las contribuciones más importantes en los campos de la física, química, medicina y fisiología, preservación de la paz y literatura. Desde 1901 la Fundación Nobel en Estocolmo, Suecia, ha repartido este premio según las instrucciones del propio Alfred Nobel a algunas de las mentes más brillantes en el ámbito científico y artístico sin ninguna distinción de nacionalidad. Actualmente el premio Nobel es de 10 millones de coronas suecas (alrededor de millón y medio de dólares).
El galardón en Ciencias Económicas por primera vez se entregó en 1969 a Ragnar Frisch y Jan Tinbergen. Desde entonces el premio se ha otorgado en 42 ocasiones a economistas de la talla de Paul Samuelson (1970), Sir John R. Hicks (1972), Milton Friedman (1976), Wassily Leontief (1973), Gerard Debreu (1983), Gary S. Becker (1992), Robert Lucas (1995), entre otros. Cabe señalar que los ganadores del premio habían sido científicos del sexo masculino, no fue hasta 2009 que una mujer, Elinor Ostrom, recibió el premio compartiéndolo con otro investigador varón (Oliver E. Williamson).
En este año, Peter A. Diamond, Dale T. Mortensen y Christopher A. Pissarides fueron premiados por su análisis de los mercados con fricciones de búsqueda. Los dos últimos ampliaron el trabajo del profesor Diamond al mercado de trabajo. Ellos analizaron los efectos que la política económica y la regulación laboral tienen sobre los salarios y el desempleo. La existencia simultánea de vacantes de empleo y de personas que buscan emplearse la explican analizando las consecuencias de la regulación y la política económica, bajo la forma de legislación sobre las prestaciones por desempleo. Los laureados concluyen que cuando las prestaciones de desempleo son más generosas, los agentes podrán asumir el costo de obtener información sobre mejores trabajos; por tanto permanecerán desempleados por más tiempo, a la vez que el lapso de búsqueda se incrementa paralelamente.
Orgullosamente, tres mexicanos han sido premiados con este laurel; todos egresados de la Máxima Casa de Estudios, la UNAM. En 1982 Alfonso García Robles, egresado de la Facultad de Derecho, ganó el premio Nobel de la paz conjuntamente con Alva Myrdal; en 1990 Octavio Paz Lozano, egresado de la Facultad de Derecho, se hizo acreedor del premio Nobel de literatura, y en 1995 Mario Molina premio Nobel de química, egresado de la Facultad de Química, fue galardonado por su trabajo en química atmosférica.
Estimado radioescucha, el premio nobel en ciencias económicas ha visto desfilar a 68 brillantes economistas en 42 entregas, la pregunta obligada es, ¿cuándo un mexicano será beneficiado con este premio? La respuesta es simple, cuando se compita anualmente por las plazas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario