Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludas a tu finísimo público. Hoy comentaré sobre la nueva tarjeta de circulación con chip, y en este tenor les tengo dos noticias, una buena y una mala.
A. La buena es que la nueva tarjeta de circulación cuenta con 21 medidas de seguridad imposibles de falsificar, entre ellas un chip que brindará seguridad jurídica a los usuarios en caso de robo.
B. La mala es que nos costará 220 pesos cada tres años.
El gobierno defeño a través de su Gaceta Oficial nos acaba de anunciar que debemos tramitar el cambio de la tarjeta de circulación con chip, acto aprobado y autorizado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y presente en la Ley de Ingresos. Nos dicen que este documento les permitirá actualizar el padrón vehicular con datos verificables y ordenados, para que en una emergencia cuente con la información y actúe contra quien cometa un delito en un vehículo. Argumentan que esta medida fue adoptada como respuesta al Convenio de Seguridad Pública suscrito en Palacio Nacional en noviembre de 2009.
El periodo de reentarjetamiento o proceso de renovación de tarjeta de circulación se ha establecido del 10 de mayo de este año al 30 de junio de 2011. El propietario de cada unidad automotor tendrá que pagar una tarifa de 220 pesos, pero el documento emitido no será permanente, ya que sólo tendrá una vigencia de tres años. Para realizar el trámite, los particulares deberán estar libres de adeudos de tenencias, multas y/o recargos y para evitar que alguien incumpla el trámite lo han establecido como prerrequisito para realizar la verificación semestral.
Hoy en día, en el Distrito Federal pagamos impuestos más altos, un mayor predial y un precio mayor por el agua, así que para convencernos de aceptar el pago de un nuevo trámite nos venden la idea diciéndonos que esta tarjeta es una medida de seguridad para mantener mayor certeza jurídica en la compraventa de autos y permitirá corregir el padrón vehicular que actualmente asciende a 3.2 millones de vehículos registrados en el DF.
Para realizar el cambio de tarjeta deberá obtener una línea de captura en la página de internet del gobierno del DF, o a través de Locatel, programas una cita y acudir a ella con la factura de la unidad, la identificación oficial del propietario y el comprobante de pago.
Según el secretario de Transportes y Vialidad del Distrito Federal, Armando Quintero, concluir el trámite no deberá llevar más de 15 minutos, con la comodidad de que en cada delegación se instalará un módulo de atención. Asimismo, el funcionario estima captara en sus arcas 300 millones de pesos, pero si el parque vehicular es de 3.2 millones y hay que pagar 220 por cada tarjeta, la suma asciende a 704 millones de pesos; cifra nada despreciable.
Estima do radioescucha, ante la falta de seguridad pública el gobierno establece un nuevo trámite, que aparentemente sólo nos costará 220 pesos, pero esta cifra es equivalentes al trabajo de cuatro días pagados con el salario mínimo pero sin probar bocado. Además, pareciera que la cantidad no es relevante, pero considere el caso de un ciudadano que comienza a manejar a los 18 años, de acuerdo con la esperanza de vida, el conducirá durante 58 años, lo que implica realizar 20 veces el trámite de reentarjetamiento, lo que en suma genera una erogación de 4,300 pesos. Acaso no pagamos impuestos más altos, un mayor predial y un costo mayor por el agua para todavía tener que pagar cada tres años la chip-tarjeta. Este trámite -le aseguro- no abatirá los niveles de inseguridad, porque ese problema debe atacarse de raíz y no es con una chip-tarjeta, sino con educación e incentivos que encarezcan el castigo a los negocios ilícitos. Lo que es innegable es que cada vez se reduce más nuestro poder adquisitivo en esta ciudad; qué paradoja, gobiernos ricos con ciudadanos pobres.
Para el poder de la Discrecionalidad soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana, gracias.
viernes, 11 de junio de 2010
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