Mostrando entradas con la etiqueta banco de México. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta banco de México. Mostrar todas las entradas

jueves, 10 de diciembre de 2009

Carstens y la Autonomía del Banco Central

Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré la propuesta del Ejecutivo al senado para que Agustín Carstens ocupe la gubernatura del Banco de México. En este tenor les tengo dos noticias; una buena y una mala.

La buena es que ya anunciaron al sustituto de Guillermo Ortiz y se acabó la incertidumbre.

La mala es que proponen a Carstens para supuestamente lograr una armonía entre la política monetaria y fiscal.

El artículo 28 de la Constitución establece que el Estado Mexicano tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones, denominado Banco de México. Asimismo, establece que su objetivo propietario es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, fortaleciendo con ello la rectoría del desarrollo nacional.

En el discurso que acompañó la propuesta de Agustín Carstens para ocupar la gubernatura del Banco de México, Felipe Calderón declaró que el objetivo de nombrarlo es armonizar la política fiscal y monetaria para retomar el crecimiento económico.

Lo que significa este mensaje es que el nuevo gobernador debe dejar de ser autónomo para darle dinero al presidente cuando él lo quiera. Cuando un gobierno quiere gastar más de lo que obtiene a través de los impuestos y los instrumentos no tributarios, una opción es pedirle al Banco Central que ponga a funcionar la maquinita de hacer dinero, se lo entregue al gobierno y éste lo gasta en sueldos de sus funcionarios, en papel, autos, computadoras y todo lo que requiere.

Hasta aquí todo suena de maravilla pero conforme avanzan las semanas, las empresas al tener una mayor demanda de sus productos comienzan a subir los precios iniciándose una espiral inflacionaria, incumpliéndose con ello el mandato constitucional de mantener la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda.

Estimado radioescucha, la emisión de dinero para financiar el gasto excesivo del gobierno es un robo de magnitud colosal, porque el poder adquisitivo que gana el gobierno lo pagamos los ciudadanos al sufrir precios más elevados.

Espero que como gobernador del Banco de México, Carstens cumpla su papel a cabalidad y no caiga en la tentación de financiar el gasto excesivo del gobierno para apoyar medidas populistas que perjudican a los ciudadanos; qué paradoja un gobierno rico con ciudadanos pobres.

Para el poder de la discrecionalidad soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana, gracias.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Cambio del Gobernador de Banco de México

Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré el cambio del gobernador de Banco de México. En este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala.

A. La buena, es que Guillermo Ortiz, puede reelegirse otra vez.

B. La mala, es que elijan a Agustín Carstens.

Antes de iniciar el próximo año el Banco de México debe elegir un nuevo gobernador o reelegir al actual. Hoy día el gobernador de Banco de México es Guillermo Ortiz, quien cumple su segundo periodo al frente de la institución rectora de la política monetaria.

Entre los candidatos figuran dos Subgobernadores del Banco de México, Roberto Cueto y Manuel Sánchez, el secretario de Hacienda, Agustín Carsten, el director de Banobras, Alonso García, la secretaria de Energía, Georgina Kessel y el secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos y el propio Guillermo Ortiz.

En mi opinión el mejor candidato es Guillermo Ortiz, economista egresado de la Facultad de Economía de la UNAM con maestría y doctorado en la Universidad de Stanford. Fue secretario de Hacienda de 1994 a 1998 con Ernesto Zedillo, además fue Secretario de Comunicación y Transporte. Desde hace 11 años ha gobernado el Banco de México y hasta principios de este año cumplió el mandato constitucional de mantener el poder adquisitivo del dinero a través del control de la inflación. Sin embargo, a principios de este año, Ortiz cedió a las presiones de empresarios, políticos, diputados y del propio presidente Felipe Calderón, quienes le pedían insistentemente redireccionar la política monetaria para conseguir no sólo la estabilidad de precios sino apoyar el crecimiento económico. Esto lo puedo afirmar por que en una investigación que estoy por publicar se demuestra que la tasa de interés de referencia se encuentra por debajo de la tasa de interés que corresponde a las condiciones económicas de México (simulada con la regla de Taylor), es decir que desde enero las tasas han bajado de manera artificial constituyéndose en una política monetaria expansiva.

El segundo mejor candidato es Agustín Carstens, licenciado en economía por el ITAM con doctorado en la universidad de Chicago, actualmente Secretario de Hacienda y Crédito Público, quien durante 20 años fue director general de investigación económica, tesorero y coordinador de asesores del gobernador del Banco de México. Su defecto, es que al frente de Hacienda ha tomado decisiones populistas que alientan la inflación.

Estimado radioescucha, la decisión del nuevo gobernador del Banco de México es importante porque está en juego la dirección de la institución encargada de mantener el poder adquisitivo de la moneda y lo menos que necesitamos es un gobernador que destruya lo ganado en los últimos 16 años.

Para el poder de la discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Inflación en México

Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré el estado de la inflación. En este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala.

A. La buena, es que la inflación en México ha tomado una tendencia decreciente.
B. La mala, es que a pesar de la dramática caída de la actividad productiva la inflación sigue siendo muy elevada, lo que disminuye el poder adquisitivo de las familias; sobre todo de las que menos tienen.

La inflación se define como el alza generaliza de los precios de los bienes y servicios que adquirimos en el mercado. Es una estadística que no expresa el alza de precio de una mercancía en particular, ni de un grupo socioeconómico específico, ni de una región determinada; por el contrario, muestra el alza de precios de todas las mercancías compradas por todas clases sociales en las principales ciudades de México. Por eso, siempre pensamos que el dato de inflación no es representativo de lo que sucede en nuestros hogares. En lo que no existe duda, es que la inflación es perniciosa porque cuando avanza a una mayor velocidad que el incremento de los salarios la sociedad pierde poder adquisitivo; pero alguien lo debe ganar.

En el año 2007 la inflación se ubicó en 4 por ciento, lo que significa que si usted en enero compraba un artículo en cien pesos en diciembre lo pagaría en ciento cuatro pesos. En el año 2008 la inflación aumentó a cerca de 7 por ciento, sobre todo por el alza de los precios internacionales de alimentos como la soya, el trigo y el maíz, así como de materias primas como el petróleo, el acero y el cobre, motivado por el mayor poder adquisitivo de naciones como China y la India (en donde habitan 1 de cada 3 pobladores del globo terráqueo); esto en un mundo globalizado nos afecta.

Con la recesión económica mundial, la actividad productiva nacional ha disminuido en una magnitud considerable, lo que ha incidido para que la inflación se haya reducido a una tasa de 5 por ciento. Sin embargo, reflexione conmigo, si ahora los negocios sólo pueden vender 9 de cada 10 productos, hay familias que han reducido su ingreso porque han perdido sus empleos y el resto del mundo nos compra menos artículos, sería normal pensar que los empresarios tendría incentivos para bajar sus precio buscando incrementar sus ventas, lo que debería generar una reducción mucho más acelerada de la inflación.

Pero esto no ha sucedido porque el Banco de México está imprimiendo y sacando al mercado una cantidad excesiva de dinero, por cada 100 pesos que el año pasado circulaban en la nación azteca hoy en día circulan 115. Esto lo hace para mantener artificialmente bajas la tasa de interés pensando que así nos ayudará a salir de la recesión económica, pero el dinero que gana el sector público con la emisión de dinero lo perdemos los ciudadanos con la merma de nuestro poder adquisitivo.

Estimado radioescucha, existen múltiples investigaciones, tanto en México como otros países del mundo, que demuestran que la mejor aportación de un banco central al crecimiento económico no es la creación de dinero sino la estabilidad de precios. Así, que lo que tiene que hacer el Banco de México es cumplir su mandato constitucional para frenar inmediatamente las presiones inflacionarias parando la máquina de hacer dinero.

Cuando el gobierno emite dinero le llaman política económica contracíclica; si nosotros lo hiciéramos nos llamarían falsificadores.Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias


jueves, 2 de abril de 2009

Efectos de la Baja en la Tasa de Interés

Hola Jorge Humberto (Pablo), es un placer tener la oportunidad de saludar a tu finísimo público. En esta ocasión comentaré la reducción de la tasa de interés en el marco de la política monetaria de Banco de México. En este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala.

A. La buena, es que algunos diputados, empresarios e incluso el presidente ya no presionarán al Banco Central para que a través de la política monetaria se fomente el crecimiento económico.

B. La mala, es que en las condiciones actuales de recesión mundial, la baja de la tasa de interés prácticamente no tendrán ningún efecto benéfico para la sociedad.

El Banco de México es la institución encargada de la política monetaria, anteriormente ocupaba el corto como política básica para determinar las tasas de interés. A partir de enero del año pasado, el banco de México cambió su política monetaria al determinar directamente la tasa de interés, tal como lo hace la Reserva Federal de los Estados Unidos.

Existe la creencia que una menor tasa de interés alienta la inversión porque es más barato solicitar créditos, al incrementarse la inversión aumenta el empleo, suben los salarios, se fomentan las ventas y esto genera un círculo virtuoso de crecimiento económico.

La semana pasada el Banco de México nos sorprendió al bajar su tasa de interés de referencia de 7.5% a 6.75%. Esta acción en parte obedeció a que Guillermo Ortiz, gobernador de Banco de México, cedió ante la presión de los empresarios, senadores, diputados y el propio poder ejecutivo, quienes le solicitaron incontables veces bajar la tasa de interés.

Sin embargo, temo decirles que esta medida no tendrá el efecto deseado, ya que técnicamente la economía está en franca recesión al acumularse dos trimestres consecutivos con pérdida en la producción de bienes y servicios, el desempleo se encuentra en un máximo histórico, en febrero la tasa de desocupación fue de 5.3%; en todo lo que va del milenio no habíamos visto una tasa de esa magnitud.

Puedo afirmar que la reducción de la tasa de interés no fomentará el crecimiento porque el 60% del financiamiento que reciben las empresas es proporcionado por los propios proveedores, es decir, por los vendedores de insumos, y sólo un 20% es aportado por la banca privada y la banca de desarrollo.

A los ciudadanos una tasa de interés menor nos debería beneficiar a través de menores pagos a las tarjetas de crédito. Sin embargo, pese a la agresiva política monetaria, el costo anual total de las tarjetas de crédito es exactamente el mismo que la semana pasada, lo que significa que aún cuando el rector de la política monetaria reduzca la tasa de referencia, la banca no mueve sus tasas de interés en el mismo sentido y mucho menos a la celeridad requerida.

El artículo 28 constitucional establece que la tarea fundamental del Banco de México es la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, en otras palabras, su tarea prioritaria es contener la inflación. Si bien la tasa de inflación se ha reducido a 6% no puede decirse que México carezca de problemas inflacionarios. Soy de la opinión, estimado radioescucha, que el banco central cometió un error al bajar la tasa de interés porque en las condiciones críticas por las que estamos atravesando esta tasa debe mostrar la escasez de crédito, por lo que debería ser más alta, de tal manera no induzca a las personas a endeudarse porque lo más seguro es que las familias en el futuro no puedan pagar sus deudas.

Para EL PODER DE LA DISCRECIONALIDAD (FRECUENCIA FINANCIERA), soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana.