jueves, 2 de abril de 2009

Efectos de la Baja en la Tasa de Interés

Hola Jorge Humberto (Pablo), es un placer tener la oportunidad de saludar a tu finísimo público. En esta ocasión comentaré la reducción de la tasa de interés en el marco de la política monetaria de Banco de México. En este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala.

A. La buena, es que algunos diputados, empresarios e incluso el presidente ya no presionarán al Banco Central para que a través de la política monetaria se fomente el crecimiento económico.

B. La mala, es que en las condiciones actuales de recesión mundial, la baja de la tasa de interés prácticamente no tendrán ningún efecto benéfico para la sociedad.

El Banco de México es la institución encargada de la política monetaria, anteriormente ocupaba el corto como política básica para determinar las tasas de interés. A partir de enero del año pasado, el banco de México cambió su política monetaria al determinar directamente la tasa de interés, tal como lo hace la Reserva Federal de los Estados Unidos.

Existe la creencia que una menor tasa de interés alienta la inversión porque es más barato solicitar créditos, al incrementarse la inversión aumenta el empleo, suben los salarios, se fomentan las ventas y esto genera un círculo virtuoso de crecimiento económico.

La semana pasada el Banco de México nos sorprendió al bajar su tasa de interés de referencia de 7.5% a 6.75%. Esta acción en parte obedeció a que Guillermo Ortiz, gobernador de Banco de México, cedió ante la presión de los empresarios, senadores, diputados y el propio poder ejecutivo, quienes le solicitaron incontables veces bajar la tasa de interés.

Sin embargo, temo decirles que esta medida no tendrá el efecto deseado, ya que técnicamente la economía está en franca recesión al acumularse dos trimestres consecutivos con pérdida en la producción de bienes y servicios, el desempleo se encuentra en un máximo histórico, en febrero la tasa de desocupación fue de 5.3%; en todo lo que va del milenio no habíamos visto una tasa de esa magnitud.

Puedo afirmar que la reducción de la tasa de interés no fomentará el crecimiento porque el 60% del financiamiento que reciben las empresas es proporcionado por los propios proveedores, es decir, por los vendedores de insumos, y sólo un 20% es aportado por la banca privada y la banca de desarrollo.

A los ciudadanos una tasa de interés menor nos debería beneficiar a través de menores pagos a las tarjetas de crédito. Sin embargo, pese a la agresiva política monetaria, el costo anual total de las tarjetas de crédito es exactamente el mismo que la semana pasada, lo que significa que aún cuando el rector de la política monetaria reduzca la tasa de referencia, la banca no mueve sus tasas de interés en el mismo sentido y mucho menos a la celeridad requerida.

El artículo 28 constitucional establece que la tarea fundamental del Banco de México es la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, en otras palabras, su tarea prioritaria es contener la inflación. Si bien la tasa de inflación se ha reducido a 6% no puede decirse que México carezca de problemas inflacionarios. Soy de la opinión, estimado radioescucha, que el banco central cometió un error al bajar la tasa de interés porque en las condiciones críticas por las que estamos atravesando esta tasa debe mostrar la escasez de crédito, por lo que debería ser más alta, de tal manera no induzca a las personas a endeudarse porque lo más seguro es que las familias en el futuro no puedan pagar sus deudas.

Para EL PODER DE LA DISCRECIONALIDAD (FRECUENCIA FINANCIERA), soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana.

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