jueves, 2 de febrero de 2012

THE ECONOMIST: “LA SIESTA DEL CONGRESO, LA LEGISLATURA DE NO HACER NADA”

Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré una nota del semanario financiero londinense The Economist sobre los sueldos y los días que trabajan los legisladores mexicanos, y en este tenor, les tengo dos noticias: una mala y una peor:

A. La mala, es que los legisladores trabajan tan sólo 195 días al año; cuando un mortal labora alrededor de 300 días.

B. La peor, es que por tan poco esfuerzo se embolsan en promedio 160 mil pesos cada mes; ello sin considerar sus ingresos por prestaciones.

Recientemente se publicó en The Economist” un artículo intitulado “La siesta del Congreso, la legislatura de no hacer nada”, en el que se destacó que los legisladores mexicanos son los mejor pagados de toda América Latina, después de los brasileños, al percibir 160 mil pesos mensuales, y que son los que menos trabajan, ya que sólo laboran durante 195 días al año. Los mexicanos ordinarios, después de una quincena de fiestas navideñas volvieron a trabajar; en contraste, los 500 diputados y 128 senadores terminan sus vacaciones en este mes y sus vacaciones de verano comenzarán en abril.

Un estudio revela que en la región latinoamericana los legisladores reciben un salario promedio de casi 93 mil pesos mensuales y un diputado federal mexicano más de 160 mil pesos, sólo por debajo de Brasil, en donde cada uno cuesta 210 mil pesos. Sin embargo, en el caso mexicano cuando se agregan las prestaciones y subvenciones discrecionales sus ingresos ascienden a 220 mil pesos, similares a 120 salarios mínimos; el año pasado los legisladores nos costaron casi 7 mil millones de pesos.

El artículo también expone que en el último sexenio los diputados y senadores se han caracterizado por negar la aprobación de reformas cruciales para el país. Textualmente dice que “Aun cuando exista consenso, el Congreso se las ingenia para estar en desacuerdo (…) las reformas languidecen mientras los legisladores subtrabajan”.

El semanario adiciona que algunos partidos rechazan las propuestas de reformas impulsadas por el presidente Calderón y el PAN, porque “los congresistas están casados con sus partidos”, es el caso de los legisladores del PRI quienes apoyan al aspirante presidencial Enrique Peña, y no quieren darle al PAN ninguna victoria previa a las elecciones de julio. Incluso argumenta que “cuando votan, lo hacen más para bloquear a los rivales que para aprobar reformas”. Destaca el caso de la reforma laboral que en el 2010 fue rechazada por el PRI, para proponer después una reforma similar. También sobresale “el retraso de 14 meses en el nombramiento de tres consejeros electorales, mientras que para elegir un ministro de la Suprema Corte de Justicia, los diputados se tardaron ‘sólo’ 15 meses”.

Estimado radioescucha, cada legislador se embolsa 220 mil pesos mensuales, a una persona que gana el salario mínimo reunir esa suma le llevaría 10 años de trabajo. Y eso no es todo, ya que nos salen todavía más caros porque al no aprobar las reformas estructurales, su falta de productividad, nos impide tener un mayor crecimiento económico condenándonos a ingresos raquíticos. No en vano rechazaron la Reforma Política que incluía la reelección, “lo que permite que los legisladores dependan de los jefes de sus partidos y no de los votantes para su próximo trabajo”. Como decía la abuela, “El lechón que siendo lechón no lo matan, muere marrano”.

Para el poder de la discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana, gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario