Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy hablaré de la deuda del gobierno.
En este tenor les tengo dos noticias: una buena y una mala.
A. La buena es que la deuda externa de México es de sólo 40 mil millones de dólares.
B. La mala es que nos acaban de bajar la calificación soberana de México de estable a negativa.
La semana pasada apuntaba en este espacio que el gobierno puede gastar más de lo que ingresa, porque puede recurrir a endeudarse, tanto con los residentes de esta nación, como con los extranjeros.
Con el extranjero en marzo de este año la deuda externa es de 40 mil millones de dólares, considerando que en México habitamos 107 millones de personas la deuda que en promedio cargamos cada mexicano, considerando a niños, adultos y de la tercera edad, es de casi 5 mil pesos.
Por otra parte, el lunes nos enteramos que la calificación Standart and Poor nos bajo la calificación de deuda soberana, pasó de estable a negativa, lo que simple y llanamente significa que se ha reducido la confianza de que paguemos nuestras deudas.
Pensemos ahora en una familia, cuando pedimos un crédito para establecer un negocio; en el caso de ser exitoso, al término del plazo deberíamos pagar la deuda y los intereses, pero cuando el crédito lo ocupamos para pagar la tintorería, la comida, al término del plazo seguimos más endeudados.
Esto segundo hace el gobierno, de cada 10 pesos que gasta, 8 los eroga en pago de sueldos y salarios y actividades menores, le llamamos el gasto corriente.
Estimado radioescucha, la baja en la calificación de la deuda se traducirá en que el país deberá pagar más intereses porque es más riesgoso prestarnos, y quién cree que los pagará, pues nosotros con impuestos.
Para el poder de la discrecionalidad soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana.
Los puntos de vista del autor son de carácter personal y no reflejan la opinión de ninguna de las instituciones.
viernes, 26 de junio de 2009
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