Hola Pablo, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. En esta ocasión comentaré la iniciativa presentada por el PAN en el Senado de la República para que el banco de México no sólo cumpla con su mandato constitucional de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, sino que además promueva el crecimiento económico y el empleo. En este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala.
A. La buena, es que el objetivo de la iniciativa del senador Bueno Torio, es ayudar a la sociedad mexicana a salir con rapidez de los problemas económicos por los que estamos atravesando.
B. La mala, es que no tiene idea económica de lo que está proponiendo.
El 1 de septiembre de 1925 abrió sus puertas por primera vez el banco de México. En los albores del siglo XX, el sistema bancario porfirista fue destruido por el movimiento revolucionario, por lo que la sociedad requería un sistema monetario que estuviera regido por un banco único de emisión, cuyo establecimiento se consagró en el artículo 28 de la Constitución
Durante los gobiernos Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo, el Banco de México se constituyó en la caja chica del gobierno. La máquina de creación de dinero se puso a funcionar durante estos mandatos para financiar el déficit público. El resultado fue una inflación, mejor dicho una hiperinflación, que llegó a alcanzar una tasa de 187%, es decir en un año los precios prácticamente se triplicaban.
1994 fue un año fundamental en la historia monetaria mexicana, en ese año entró en vigor la autonomía del Banco Central, lo que implicó que ninguna autoridad, llámesele gobierno, puede exigirle la concesión de crédito interno, con lo cual se garantizó el control ininterrumpido del Banco de México sobre el monto de dinero en circulación. La autonomía de Banco de México no es una invención tropical, en diversas naciones alrededor del mundo se ha demostrado su eficacia. Cuando los bancos centrales poseen autonomía, su objetivo central es mantener el poder adquisitivo de la moneda, excluyendo el concepto del crecimiento. El motivo es muy sencillo, la mejor forma en la que un Banco Central puede fomentar el crecimiento económico es precisamente a partir de la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda; múltiples investigaciones realizadas en el orbe demuestran esta hipótesis.
Soy de la opinión que en momentos de crisis las propuestas deben emitirse con valor, pero deben ser las necesarias, y aquí tampoco tenemos que inventar el hilo negro, México necesita tres reformas institucionales de manera apremiante, por orden de importancia: reforma educativa, pero no lo van a discutir ahora porque sus efectos se aprecian después de 20 años; reforma hacendaria y reforma laboral, necesitamos un mercado flexible donde la contratación y el despido se agilice y se lo menos costoso para ambas partes.
Estimado radioescucha, no cabe duda que los senadores y diputados están generando iniciativas; aunque estas no tengan fundamentos económicos y sólo sirvan para justificar la retribución de sus abultados sueldos.
Para Frecuencia Financiera, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana.
Ciudad Universitaria, a 12 de Febrero de 2009
viernes, 20 de febrero de 2009
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