Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré el subsidio a los energéticos, y en este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala:
A. La buena, es que en lo que va del sexenio los habitantes del país nos hemos beneficiado con un billón de pesos a través de los subsidios a la electricidad, la gasolina, el diesel y el gas.
B. La mala, es que el mayor gasto en esta cuarteta lo realizan las familias de mayores ingresos y, contrariamente a lo que dicta el mensaje, los menos beneficiados son los que más necesitan este tipo de apoyos.
Un subsidio es una prestación pública asistencial de carácter económico. Se trata de un medio para estimular el consumo o la producción, o de una ayuda que se brinda por un periodo determinado (que generalmente nunca se termina). Un subsidio se utiliza para alcanzar una meta social, se aplica a productores para favorecer discrecionalmente a determinadas actividades productivas o a consumidores especialmente pertenecientes a grupos sociales de escasos recursos.
Los subsidios tienen dos problemas básicos, por una parte, el subsidio es la diferencia entre el precio al que se debería vender una mercancía y el precio que paga el consumidor, así que el precio pagado es inferior al precio que le correspondería en el mercado, lo que provoca un consumo excesivo de mercancías. Por otra parte, cuando un subsidio está mal dirigido hay grupos sociales que se benefician con el apoyo, pero que por su condición de percepción de ingreso están en la posibilidad de pagarlo sin demérito de su nivel de vida.
En los últimos cinco años los subsidios mexicanos a la electricidad, gasolina diesel y gas LP ascienden a más de un billón de pesos, sí, a más de un millón de millones de pesos. Esta estratosférica cifra equivale al 7 por ciento de toda la producción de bienes y servicios que generaremos en este año y también es parecida a una tercera parte del reciente aprobado presupuesto de egresos del gobierno federal.
Según el INEGI, de cada 100 pesos en promedio que normalmente gastamos en energéticos, erogamos la siguiente cantidad: 3.6 pesos en electricidad, 1.8 pesos en gas doméstico y 4.2 en gasolina de alto y bajo octanaje. En suma, del total del ingreso destinamos casi 10 pesos en energéticos, suma que es equivalente al gasto total que hacemos en educación y esparcimiento y también parecida a la que erogamos conjuntamente en ropa, calzado, fondas, torterías y taquerías.
El gasto en energéticos es importante y los subsidios están mal enfocados. El 34 por ciento de la población, la de mayores ingresos, se beneficia con el 50% del subsidio, el 42 por ciento de la población, el estrato de ingresos medios, es beneficiaria del 36 por ciento de los apoyos y el 25 por ciento de la población, la de menores ingresos, solo obtiene el 14 por ciento de ellos. Traduciendo esto a pesos y centavos, esto significa que en promedio mensual, cada hogar de ingresos altos recibe 800 pesos de subsidio, a cada hogar de ingreso medio le llegan 450 pesos y a cada hogar de ingreso bajo apenas le tocan 280 pesos. No cabe duda que la población que más ayuda requiere es la menos beneficiada por los subsidios energéticos.
Estimado radioescucha, el próximo año el gobierno federal obtendrá recursos por 3.7 billones de pesos, según la ley de ingresos, pero de ellos, alrededor de 200 mil millones de pesos se canalizaron a los consumidores de energéticos, sobre todo a los hogares de ingresos medios y altos. La cifra de subsidios no es menor, ya que representa una tercera parte del ISR o el 40 por ciento del IVA. Así que, si no podemos alcanzar una reforma fiscal, con eliminar los subsidios a los energéticos la recaudación aumentaría en cerca de dos puntos porcentuales. Además de eliminar los subsidios mal enfocados, a los legisladores les vendría bien eliminar su ignorancia económica. Como decía la abuela, “Para ser tonto, los libros son estorbo”.
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana, gracias.
jueves, 17 de noviembre de 2011
jueves, 27 de octubre de 2011
AGUINALDO POR ADELANTADO
Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré el plan del gobierno federal de adelantar el pago del aguinaldo para la segunda quincena de noviembre, y en este tenor, les tengo dos noticas: una buena y una mala:
A. La buena, es que el gobierno federal, así como el de varios estados de la República Mexicana, planean adelantar el pago del aguinaldo a los trabajadores con el fin de reactivar la economía durante los últimos meses del año.
B. La mala es que esta medida será implementada únicamente por el gobierno federal y algunos estatales, ya que no existe algo que garantice que el sector privado se sume a la iniciativa.
El artículo 82 de la Ley Federal del Trabajo, establece que los empleados tendrán derecho a un aguinaldo anual que deberá pagarse antes del 20 de diciembre, equivalente a por lo menos quince días de salario. Este derecho, además, se garantiza también para aquellos que no han cumplido el año de servicios independientemente de que se encuentren laborando en la fecha de liquidación del aguinaldo. A ellos les corresponderá el pago de la parte proporcional con relación al tiempo que trabajaron.
La legislación es ambigua porque no establece una fecha de inicio para el pago del aguinaldo. Para efectos legales, los patrones podrían efectuar este pago en cualquier fecha siempre y cuando fuera antes del veinte de diciembre.
Valiéndose de esta normatividad y previendo la desaceleración de la economía para finales de año y el aumento en el desempleo, que suele ser mayor en los meses de noviembre y diciembre, el gobierno federal, así como el de los estados y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), han decidido adelantar el pago del 50% de aguinaldo a sus trabajadores para el 15 de noviembre, ello con la finalidad de reactivar la economía mediante estímulos al consumo. Como complemento a esta medida, la Confederación de Cámaras de Comercio (Concanaco) contempla ofrecer importantes descuentos en diversos productos del 18 al 21 de noviembre en lo que ellos llaman “El buen fin”.
Si bien esta es una medida inédita en México, lo cierto es que está inspirada en el “Black Friday” estadounidense, fecha en que los supermercados y tiendas departamentales ofrecen enormes descuentos. Esto es especialmente importante para los habitantes del norte del país, que año con año viajan a Estados Unidos para aprovechar el “Viernes Negro”. Lo que se busca es que los consumidores nacionales aprovechen esta oportunidad en México para que el consumo se quede en el país. En cuanto a las empresas, se piensa que esta medida logrará que se reduzcan los inventarios y aumenten sus ganancias. De suceder esto, según quienes han planteado esta propuesta, dejarían de destruirse miles de trabajos; en este periodo se estiman alrededor de 200 mil.
Estimado radioescucha, de los 50 millones de las personas que pertenecen a la población económicamente activa, 47 millones están trabajando y de ellos cerca de 3 millones laboran en el gobierno. El problema con esta medida es que en el mejor de los casos el impacto será mínimo porque en la legislación actual no hay nada que garantice que las empresas del sector privado se sumen a la iniciativa y lo más probable es que esto se quede en buenas intenciones. Como decía la abuela, “De los hombres es errar. Y de los burros rebuznar”.
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias.
A. La buena, es que el gobierno federal, así como el de varios estados de la República Mexicana, planean adelantar el pago del aguinaldo a los trabajadores con el fin de reactivar la economía durante los últimos meses del año.
B. La mala es que esta medida será implementada únicamente por el gobierno federal y algunos estatales, ya que no existe algo que garantice que el sector privado se sume a la iniciativa.
El artículo 82 de la Ley Federal del Trabajo, establece que los empleados tendrán derecho a un aguinaldo anual que deberá pagarse antes del 20 de diciembre, equivalente a por lo menos quince días de salario. Este derecho, además, se garantiza también para aquellos que no han cumplido el año de servicios independientemente de que se encuentren laborando en la fecha de liquidación del aguinaldo. A ellos les corresponderá el pago de la parte proporcional con relación al tiempo que trabajaron.
La legislación es ambigua porque no establece una fecha de inicio para el pago del aguinaldo. Para efectos legales, los patrones podrían efectuar este pago en cualquier fecha siempre y cuando fuera antes del veinte de diciembre.
Valiéndose de esta normatividad y previendo la desaceleración de la economía para finales de año y el aumento en el desempleo, que suele ser mayor en los meses de noviembre y diciembre, el gobierno federal, así como el de los estados y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), han decidido adelantar el pago del 50% de aguinaldo a sus trabajadores para el 15 de noviembre, ello con la finalidad de reactivar la economía mediante estímulos al consumo. Como complemento a esta medida, la Confederación de Cámaras de Comercio (Concanaco) contempla ofrecer importantes descuentos en diversos productos del 18 al 21 de noviembre en lo que ellos llaman “El buen fin”.
Si bien esta es una medida inédita en México, lo cierto es que está inspirada en el “Black Friday” estadounidense, fecha en que los supermercados y tiendas departamentales ofrecen enormes descuentos. Esto es especialmente importante para los habitantes del norte del país, que año con año viajan a Estados Unidos para aprovechar el “Viernes Negro”. Lo que se busca es que los consumidores nacionales aprovechen esta oportunidad en México para que el consumo se quede en el país. En cuanto a las empresas, se piensa que esta medida logrará que se reduzcan los inventarios y aumenten sus ganancias. De suceder esto, según quienes han planteado esta propuesta, dejarían de destruirse miles de trabajos; en este periodo se estiman alrededor de 200 mil.
Estimado radioescucha, de los 50 millones de las personas que pertenecen a la población económicamente activa, 47 millones están trabajando y de ellos cerca de 3 millones laboran en el gobierno. El problema con esta medida es que en el mejor de los casos el impacto será mínimo porque en la legislación actual no hay nada que garantice que las empresas del sector privado se sumen a la iniciativa y lo más probable es que esto se quede en buenas intenciones. Como decía la abuela, “De los hombres es errar. Y de los burros rebuznar”.
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias.
jueves, 20 de octubre de 2011
PYMES
Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré algunas características de las pequeñas y medianas empresas en México, y en este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala:
A. La buena, es que de los cuatro millones de empresas privadas que existen en México, ciento cincuenta mil son consideradas pequeñas y medianas, las que en conjunto contratan algo más de cuatro millones de personas.
B. La mala, es que los programas de gobierno para fomentar este tipo de empresas es, a todas luces, insuficiente.
En México, una empresa que contrata de una hasta diez personas es considerada un micronegocio, la que contrata entre once y cincuenta personas es pequeña (30 personas en comercio), la que emplea de cincuenta y uno a cien individuos es mediana (250 personas en la industria) y a la que tiene en su nómina a más de 250 personas se le identifica como gran empresa.
Con base en los censos económicos de de 2008, sabemos que en México existen alrededor de cuatro millones de empresas del sector privado, de ellas 96 de cada cien pertenecen a los micronegocios, aquellas unidades que contratan hasta diez personas, 4 de cada cien son pymes y sólo una de cada 200 es considerada gran empresa al contratar a más de 250 personas.
Las unidades productivas están contenidas en tres rubros, a saber: manufacturas, comercio y servicios. Analicemos cada una.
En la industria manufacturera, una de cada catorce empresas es considerada pymes. En su conjunto emplean a 1.3 millones de personas, las que principalmente están contratadas en las siguientes actividades: industria alimentaria, equipo de transporte, productos metálicos, prendas de vestir, equipo de cómputo y comunicación, plástico y hule, química y aparatos eléctricos, entre otros.
En el comercio, una de cada tres empresas es pymes. Ellas contratan a 1.25 millones de personas, esencialmente ocupadas en abarrotes, tiendas de autoservicio al por menor, ropa y accesorios, ferreterías y tlapalerías, alimentos y abarrotes, papelerías, librerías y venta de revistas, artículos del cuidado de la salud, entre otros.
En los servicios, una de cada veinte empresas pertenece al rubro de las pymes. En su conjunto, estas empresas contratan a 1.8 millones de personas y se desempeñan fundamentalmente en servicios de alojamiento temporal y restaurantes, manejo de desechos, educación, salud, servicios profesionales científicos y técnicos y servicios financieros y seguros, entre otros.
Para contextualizar la contratación en las pymes considere que, hoy en día, vivimos en este país 114 millones de personas, de ellas 50 millones pertenecen a la población económicamente activa, de las cuales 47 millones están contratadas y sólo 2.6 millones de personas se encuentran en condiciones de desempleo. Así que las pymes prácticamente contratan a uno de cada 10 trabajadores, tanto en empresa formales como informales.
Las remuneraciones que obtienen los trabajadores en las pymes son relevantes, sumando salarios y prestaciones, en las manufacturas obtienen entre 5,800 y 9,400 pesos mensuales, en el comercio sus ingresos se ubican entre 6,100 y 8,300 pesos cada mes y en los servicios entre 6,200 y 8,400 pesos al mes. Sus ingresos son elevados si consideramos que en ámbito nacional 57% de los mexicanos obtienen ingresos inferiores a los 5,000 pesos. Sin embargo, los ingresos en las pymes que rondan los 7 mil pesos, no les permite a los trabajadores tener un buen nivel de vida. Esto es más notorio si recordamos que en el país uno de cada dos habitantes padece algún grado de pobreza.
El gobierno ha establecido el Programa Nacional de Emprendedores para apoyar a los empresarios. Este Programa tiene cuatro vertientes: jóvenes emprendedores, incubadoras, capital semilla y consultoría y capacitación. Pero son más las buenas intenciones que la eficacia del programa, ya que los recursos que aporta son escasos, a cada joven emprendedor le otorga 966 pesos, a las incubadoras les entrega en promedio 38,400 pesos, al capital semilla 3,000 pesos y a la consultoría y capacitación 7,500. A todas luces estos recursos son insuficientes.
Estimado radioescucha, el gobierno quiere crear empleos, pero el apoyo que brinda con su programa de emprendedores es reducido y debe mejorarlo. Al gobierno le debe quedar más que claro que la empresa es la generadora de la riqueza, ya que el gobierno sólo emplea a uno de cada 20 mexicanos. Como decía la abuela, “Mucho ayuda, el que poco estorba”.
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias.
A. La buena, es que de los cuatro millones de empresas privadas que existen en México, ciento cincuenta mil son consideradas pequeñas y medianas, las que en conjunto contratan algo más de cuatro millones de personas.
B. La mala, es que los programas de gobierno para fomentar este tipo de empresas es, a todas luces, insuficiente.
En México, una empresa que contrata de una hasta diez personas es considerada un micronegocio, la que contrata entre once y cincuenta personas es pequeña (30 personas en comercio), la que emplea de cincuenta y uno a cien individuos es mediana (250 personas en la industria) y a la que tiene en su nómina a más de 250 personas se le identifica como gran empresa.
Con base en los censos económicos de de 2008, sabemos que en México existen alrededor de cuatro millones de empresas del sector privado, de ellas 96 de cada cien pertenecen a los micronegocios, aquellas unidades que contratan hasta diez personas, 4 de cada cien son pymes y sólo una de cada 200 es considerada gran empresa al contratar a más de 250 personas.
Las unidades productivas están contenidas en tres rubros, a saber: manufacturas, comercio y servicios. Analicemos cada una.
En la industria manufacturera, una de cada catorce empresas es considerada pymes. En su conjunto emplean a 1.3 millones de personas, las que principalmente están contratadas en las siguientes actividades: industria alimentaria, equipo de transporte, productos metálicos, prendas de vestir, equipo de cómputo y comunicación, plástico y hule, química y aparatos eléctricos, entre otros.
En el comercio, una de cada tres empresas es pymes. Ellas contratan a 1.25 millones de personas, esencialmente ocupadas en abarrotes, tiendas de autoservicio al por menor, ropa y accesorios, ferreterías y tlapalerías, alimentos y abarrotes, papelerías, librerías y venta de revistas, artículos del cuidado de la salud, entre otros.
En los servicios, una de cada veinte empresas pertenece al rubro de las pymes. En su conjunto, estas empresas contratan a 1.8 millones de personas y se desempeñan fundamentalmente en servicios de alojamiento temporal y restaurantes, manejo de desechos, educación, salud, servicios profesionales científicos y técnicos y servicios financieros y seguros, entre otros.
Para contextualizar la contratación en las pymes considere que, hoy en día, vivimos en este país 114 millones de personas, de ellas 50 millones pertenecen a la población económicamente activa, de las cuales 47 millones están contratadas y sólo 2.6 millones de personas se encuentran en condiciones de desempleo. Así que las pymes prácticamente contratan a uno de cada 10 trabajadores, tanto en empresa formales como informales.
Las remuneraciones que obtienen los trabajadores en las pymes son relevantes, sumando salarios y prestaciones, en las manufacturas obtienen entre 5,800 y 9,400 pesos mensuales, en el comercio sus ingresos se ubican entre 6,100 y 8,300 pesos cada mes y en los servicios entre 6,200 y 8,400 pesos al mes. Sus ingresos son elevados si consideramos que en ámbito nacional 57% de los mexicanos obtienen ingresos inferiores a los 5,000 pesos. Sin embargo, los ingresos en las pymes que rondan los 7 mil pesos, no les permite a los trabajadores tener un buen nivel de vida. Esto es más notorio si recordamos que en el país uno de cada dos habitantes padece algún grado de pobreza.
El gobierno ha establecido el Programa Nacional de Emprendedores para apoyar a los empresarios. Este Programa tiene cuatro vertientes: jóvenes emprendedores, incubadoras, capital semilla y consultoría y capacitación. Pero son más las buenas intenciones que la eficacia del programa, ya que los recursos que aporta son escasos, a cada joven emprendedor le otorga 966 pesos, a las incubadoras les entrega en promedio 38,400 pesos, al capital semilla 3,000 pesos y a la consultoría y capacitación 7,500. A todas luces estos recursos son insuficientes.
Estimado radioescucha, el gobierno quiere crear empleos, pero el apoyo que brinda con su programa de emprendedores es reducido y debe mejorarlo. Al gobierno le debe quedar más que claro que la empresa es la generadora de la riqueza, ya que el gobierno sólo emplea a uno de cada 20 mexicanos. Como decía la abuela, “Mucho ayuda, el que poco estorba”.
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias.
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jueves, 13 de octubre de 2011
Premio Nobel de Economía
Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré la entrega del Premio en Memoria de Alfred Nobel en Ciencias Económicas, y en este tenor, les tengo dos noticas: una buena y una mala:
A. La buena, es que el pasado 10 de octubre de 2011 el Banco Central Sueco entregó el premio nobel de economía a dos profesores de renombre internacional: Thomas J. Sargent y Christopher A. Sims.
B. La mala es que a pesar de que el Premio Nobel en Ciencias Económicas se ha otorgado desde hace casi medio siglo, nunca un mexicano ha sido llamado al podio de honor.
Alfred Nobel, inventor y hombre de negocios, conocía la importancia de los desarrollos científicos para el progreso de la humanidad. En 1895, un año antes de su muerte, dejó en su testamento instrucciones para el establecimiento de un fondo que debía ser invertido en “títulos financieros seguros” cuyos intereses anuales habrían de repartirse en partes iguales entre los representantes más destacados de los principales campos del conocimiento en el ámbito mundial.
Los poco más de 31 millones de coronas suecas que Alfred Nobel destinó a la formación de este fondo rendirían intereses anuales por alrededor de 150 mil coronas suecas a precios de 1901, para ser repartidos entre los investigadores que realizaran las contribuciones más importantes en los campos de la física, química, medicina y fisiología, preservación de la paz y literatura. Desde 1901 la Fundación Nobel en Estocolmo, Suecia, ha repartido este premio según las instrucciones del propio Alfred Nobel a algunas de las mentes más brillantes en el ámbito científico y artístico sin ninguna distinción de nacionalidad. Actualmente el premio Nobel es de 10 millones de coronas suecas (alrededor de millón y medio de dólares).
El galardón en Ciencias Económicas por primera vez se entregó en 1969 a Ragnar Frisch y Jan Tinbergen. Desde entonces el premio se ha otorgado en 43 ocasiones a economistas de la talla de Paul Samuelson (1970), Sir John R. Hicks (1972), Milton Friedman (1976), Wassily Leontief (1973), Friedrich Hayek (1974), Gary S. Becker (1992), Robert Lucas (1995), entre otros. Cabe señalar que los ganadores del premio habían sido científicos del sexo masculino, no fue hasta 2009 que una mujer, Elinor Ostrom, recibió el premio compartiéndolo con Oliver E. Williamson.
En este año, Thomas Sargent y Christopher A. Sims fueron premiados por su investigación aplicada a la realidad sobre las causas y efectos en la macroeconomía. Sargent, sobre todo, es conocido por sus aportaciones a la teoría de las expectativas racionales, que en su aplicación práctica indican que las personas no serán engañadas constantemente por los gestores de política económica y que pueden adelantarse a las decisiones de política económica porque constantemente recaban información del mercado. Esto quiere decir, que si una autoridad planea llevar a cabo una política sorpresiva de empleo mediante una expansión monetaria, lo más seguro es que los trabajadores y sindicatos revisen sus expectativas de inflación, lo que derivará en una pugna con las empresas por mejores salarios y pasado algún tiempo la inflación se acelera y el desempleo no disminuye. Las aportaciones de Sims, por su parte, tienen que ver con aspectos metodológicos para estimar estos efectos mediante una técnica econométrica conocida como vectores autorregresivos. Este método, en palabras del laureado, tiene la virtud de estimar relaciones económicas entre variables sin tener que recurrir a fundamentos teóricos.
Orgullosamente, tres mexicanos han recibido el premio nobel; todos egresados de la Máxima Casa de Estudios, la UNAM. En 1982 Alfonso García Robles, egresado de la Facultad de Derecho, ganó el premio Nobel de la paz conjuntamente con Alva Myrdal; en 1990 Octavio Paz, egresado de la Facultad de Derecho, se hizo acreedor del premio Nobel de literatura, y en 1995 Mario Molina premio Nobel de química, egresado de la Facultad de Química, fue galardonado por su trabajo en química atmosférica.
Estimado radioescucha, el premio nobel en ciencias económicas ha visto desfilar a 72 brillantes economistas en 43 entregas, la pregunta obligada es, ¿cuándo un mexicano será beneficiado con este premio? La respuesta es simple, cuando se compita anualmente por las plazas. Como decía la abuela “Premio del trabajo justo, son honra, provecho y gusto”.
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias
A. La buena, es que el pasado 10 de octubre de 2011 el Banco Central Sueco entregó el premio nobel de economía a dos profesores de renombre internacional: Thomas J. Sargent y Christopher A. Sims.
B. La mala es que a pesar de que el Premio Nobel en Ciencias Económicas se ha otorgado desde hace casi medio siglo, nunca un mexicano ha sido llamado al podio de honor.
Alfred Nobel, inventor y hombre de negocios, conocía la importancia de los desarrollos científicos para el progreso de la humanidad. En 1895, un año antes de su muerte, dejó en su testamento instrucciones para el establecimiento de un fondo que debía ser invertido en “títulos financieros seguros” cuyos intereses anuales habrían de repartirse en partes iguales entre los representantes más destacados de los principales campos del conocimiento en el ámbito mundial.
Los poco más de 31 millones de coronas suecas que Alfred Nobel destinó a la formación de este fondo rendirían intereses anuales por alrededor de 150 mil coronas suecas a precios de 1901, para ser repartidos entre los investigadores que realizaran las contribuciones más importantes en los campos de la física, química, medicina y fisiología, preservación de la paz y literatura. Desde 1901 la Fundación Nobel en Estocolmo, Suecia, ha repartido este premio según las instrucciones del propio Alfred Nobel a algunas de las mentes más brillantes en el ámbito científico y artístico sin ninguna distinción de nacionalidad. Actualmente el premio Nobel es de 10 millones de coronas suecas (alrededor de millón y medio de dólares).
El galardón en Ciencias Económicas por primera vez se entregó en 1969 a Ragnar Frisch y Jan Tinbergen. Desde entonces el premio se ha otorgado en 43 ocasiones a economistas de la talla de Paul Samuelson (1970), Sir John R. Hicks (1972), Milton Friedman (1976), Wassily Leontief (1973), Friedrich Hayek (1974), Gary S. Becker (1992), Robert Lucas (1995), entre otros. Cabe señalar que los ganadores del premio habían sido científicos del sexo masculino, no fue hasta 2009 que una mujer, Elinor Ostrom, recibió el premio compartiéndolo con Oliver E. Williamson.
En este año, Thomas Sargent y Christopher A. Sims fueron premiados por su investigación aplicada a la realidad sobre las causas y efectos en la macroeconomía. Sargent, sobre todo, es conocido por sus aportaciones a la teoría de las expectativas racionales, que en su aplicación práctica indican que las personas no serán engañadas constantemente por los gestores de política económica y que pueden adelantarse a las decisiones de política económica porque constantemente recaban información del mercado. Esto quiere decir, que si una autoridad planea llevar a cabo una política sorpresiva de empleo mediante una expansión monetaria, lo más seguro es que los trabajadores y sindicatos revisen sus expectativas de inflación, lo que derivará en una pugna con las empresas por mejores salarios y pasado algún tiempo la inflación se acelera y el desempleo no disminuye. Las aportaciones de Sims, por su parte, tienen que ver con aspectos metodológicos para estimar estos efectos mediante una técnica econométrica conocida como vectores autorregresivos. Este método, en palabras del laureado, tiene la virtud de estimar relaciones económicas entre variables sin tener que recurrir a fundamentos teóricos.
Orgullosamente, tres mexicanos han recibido el premio nobel; todos egresados de la Máxima Casa de Estudios, la UNAM. En 1982 Alfonso García Robles, egresado de la Facultad de Derecho, ganó el premio Nobel de la paz conjuntamente con Alva Myrdal; en 1990 Octavio Paz, egresado de la Facultad de Derecho, se hizo acreedor del premio Nobel de literatura, y en 1995 Mario Molina premio Nobel de química, egresado de la Facultad de Química, fue galardonado por su trabajo en química atmosférica.
Estimado radioescucha, el premio nobel en ciencias económicas ha visto desfilar a 72 brillantes economistas en 43 entregas, la pregunta obligada es, ¿cuándo un mexicano será beneficiado con este premio? La respuesta es simple, cuando se compita anualmente por las plazas. Como decía la abuela “Premio del trabajo justo, son honra, provecho y gusto”.
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias
jueves, 22 de septiembre de 2011
EL PAQUETE ECONÓMICO 2012
CONTRATA SERVICIOS DE CONSULTORÍA ECONÓMICA, FISCAL, CONTABLE Y LEGAL en www.ceficol.com.mx
Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludas a tu finísimo público. Hoy comentaré el paquete económico 2012, y en este tenor les tengo dos noticias, una buena y una mala:
A. La buena es que el paquete económico para el año 2012 no tiene sorpresas.
B. La mala es que el gasto público representará una cuarta parte del total de la economía, más de 3 billones de pesos, sin que el problema de la pobreza se resuelva.
La Secretaría de Hacienda tenía como fecha límite el 8 de septiembre para entregar al Congreso de la Unión el paquete económico del año entrante para ser discutido, con el fin de dar cumplimiento a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y sus Programas derivados.
Como una constante, en el paquete entregado, el gobierno se declara como responsable y rector de la conducción de la economía. Lo bueno es que en esta ocasión no se proponen modificaciones sustantivas a la legislación, normatividad y procedimientos que rigen el actual marco fiscal y el ejercicio del gasto. Por tercera vez, la administración del presidente Calderón no propone una miscelánea fiscal, es decir, que no se están incrementando ni creando nuevos impuestos. Los cambios competen a la simplificación tributaria en materia de comprobantes fiscales y a la reducción de carga regulatoria en materia de derechos, ello sin erosionar en la capacidad recaudatoria. Dos elementos importantes son la derogación de la tenencia, pero esto se legisló desde 2007, y la entrada en vigor de la deducibilidad de las colegiaturas en el ISR de personas físicas, aprobado hace un año.
El Paquete Económico prevé para 2012 un crecimiento de la producción mexicana de 3.5%, lo que significa que el gobierno federal no espera un escenario de recesión económica.
En materia de gasto público, el paquete contempla un gasto neto del sector público de más de 3.3 billones de pesos, equivalentes a una cuarta parte del PIB. Los ejes principales de la política de gasto son la seguridad pública, el crecimiento económico y el desarrollo social. Pero en materia de gasto no se ha dicho la última palabra, de hecho habrá fuertes modificaciones porque 2012 es año electoral y hay que ganar votos. Asimismo, se estima que la Federación percibirá ingresos por un monto de 3.2 billones pesos. La SHCP señala que de cumplirse las estimaciones de ingresos y gasto, las finanzas del sector público reportarían un déficit fiscal equivalente a 0.2% del Producto Interno Bruto (al incluir la inversión de Pemex el déficit asciende a 2.5% del PIB).
Apreciado radioescucha, el gobierno mexicano piensa que puede ser el rector del desarrollo económico en México, tal como lo establece la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, para ello se apropia de una cuarta parte de la riqueza que generamos los mexicanos. Pero a pesar de disponer de más de 3 billones de pesos, sí 3 millones de millones de pesos, no ha podido ayudar a los 58 millones de mexicanos que se encuentran en condiciones de pobreza por ingresos. Hay que recordarles nuevamente que la riqueza la producen las empresas y los trabajadores, no los administradores públicos; que pena que tangamos un gobierno rico en un país con tantos pobres. Como decía la abuela: “a borracho o mujeriego, no le des a guardar dinero”
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias
El punto de vista del autor es de carácter personal y no reflejan la opinión de ninguna de las instituciones en las que colabora.
ESCÚCHAME:
Los jueves de 12:00 a 13:00 hrs. en el programa radiofónico EL PODER DE LA DISCRECIONALIDAD con Jorge Humberto Pazos Chávez. Un Programa de Servicio Ciudadano. Se transmite de Lunes a Viernes de 12:00 a 13:00 hrs. En CAMBIO 1440 A.M. (http://www.radiovox.com.mx/)
También puedes encontrar todas mis declaraciones a los medios de comunicación en: www.miguelceconomia.blogspot.com y www.economia.unam.mx/miguelc/.
Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludas a tu finísimo público. Hoy comentaré el paquete económico 2012, y en este tenor les tengo dos noticias, una buena y una mala:
A. La buena es que el paquete económico para el año 2012 no tiene sorpresas.
B. La mala es que el gasto público representará una cuarta parte del total de la economía, más de 3 billones de pesos, sin que el problema de la pobreza se resuelva.
La Secretaría de Hacienda tenía como fecha límite el 8 de septiembre para entregar al Congreso de la Unión el paquete económico del año entrante para ser discutido, con el fin de dar cumplimiento a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y sus Programas derivados.
Como una constante, en el paquete entregado, el gobierno se declara como responsable y rector de la conducción de la economía. Lo bueno es que en esta ocasión no se proponen modificaciones sustantivas a la legislación, normatividad y procedimientos que rigen el actual marco fiscal y el ejercicio del gasto. Por tercera vez, la administración del presidente Calderón no propone una miscelánea fiscal, es decir, que no se están incrementando ni creando nuevos impuestos. Los cambios competen a la simplificación tributaria en materia de comprobantes fiscales y a la reducción de carga regulatoria en materia de derechos, ello sin erosionar en la capacidad recaudatoria. Dos elementos importantes son la derogación de la tenencia, pero esto se legisló desde 2007, y la entrada en vigor de la deducibilidad de las colegiaturas en el ISR de personas físicas, aprobado hace un año.
El Paquete Económico prevé para 2012 un crecimiento de la producción mexicana de 3.5%, lo que significa que el gobierno federal no espera un escenario de recesión económica.
En materia de gasto público, el paquete contempla un gasto neto del sector público de más de 3.3 billones de pesos, equivalentes a una cuarta parte del PIB. Los ejes principales de la política de gasto son la seguridad pública, el crecimiento económico y el desarrollo social. Pero en materia de gasto no se ha dicho la última palabra, de hecho habrá fuertes modificaciones porque 2012 es año electoral y hay que ganar votos. Asimismo, se estima que la Federación percibirá ingresos por un monto de 3.2 billones pesos. La SHCP señala que de cumplirse las estimaciones de ingresos y gasto, las finanzas del sector público reportarían un déficit fiscal equivalente a 0.2% del Producto Interno Bruto (al incluir la inversión de Pemex el déficit asciende a 2.5% del PIB).
Apreciado radioescucha, el gobierno mexicano piensa que puede ser el rector del desarrollo económico en México, tal como lo establece la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, para ello se apropia de una cuarta parte de la riqueza que generamos los mexicanos. Pero a pesar de disponer de más de 3 billones de pesos, sí 3 millones de millones de pesos, no ha podido ayudar a los 58 millones de mexicanos que se encuentran en condiciones de pobreza por ingresos. Hay que recordarles nuevamente que la riqueza la producen las empresas y los trabajadores, no los administradores públicos; que pena que tangamos un gobierno rico en un país con tantos pobres. Como decía la abuela: “a borracho o mujeriego, no le des a guardar dinero”
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias
El punto de vista del autor es de carácter personal y no reflejan la opinión de ninguna de las instituciones en las que colabora.
ESCÚCHAME:
Los jueves de 12:00 a 13:00 hrs. en el programa radiofónico EL PODER DE LA DISCRECIONALIDAD con Jorge Humberto Pazos Chávez. Un Programa de Servicio Ciudadano. Se transmite de Lunes a Viernes de 12:00 a 13:00 hrs. En CAMBIO 1440 A.M. (http://www.radiovox.com.mx/)
También puedes encontrar todas mis declaraciones a los medios de comunicación en: www.miguelceconomia.blogspot.com y www.economia.unam.mx/miguelc/.
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viernes, 12 de agosto de 2011
DEGRADACIÓN EN LA CALIFICACIÓN DE DEUDA DE ESTADOS UNIDOS
Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludas a tu finísimo público. Hoy comentaré la baja en la calificación de deuda de Estados Unidos de AAA a AA+ y en este tenor te tengo dos noticias, una mala y una buena:
A. La mala es que la agencia Standard & Poor's rebajó la calificación de la deuda de Estados Unidos, cimbrando los mercados financieros del mundo.
B. La buena es que, a pesar de que no lo reconozca, la agencia de rating se equivocó al degradar la deuda de estados unidos, a pesar de su abultada deuda, que al fin y al cabo se paga con dólares.
El viernes de la semana pasada la agencia Standard & Poor’s redujo la calificación de deuda de los Estados Unidos en un escalón, de “AAA” a “AA+”; el primer revés en esta materia para la economía que aporta uno de cada cuatro dólares que se producen en el mundo y a la cual le vendemos más del 80% de nuestra exportaciones. La decisión fue tomada ante la preocupación por el creciente déficit presupuestario del país y a la elevada carga de su deuda.
Standard & Poor’s es un gigante financiero, como referencia pertenece a la editora estadounidense McGraw-Hill. Standard&Poor's, además de ser una agencia de emisión de calificaciones de deuda también proporciona estudios y análisis y emite índices bursátiles. En 2007 el beneficio total de la empresa alcanzó los 2.3 millones de euros, beneficios que obtuvo básicamente en los mercados de crédito.
La calificación una deuda, generalmente de largo plazo, estima la fiabilidad del emisor, a los que se les califica con letras, desde la máxima valoración denominada AAA, otorgada a las deudas de las compañías y gobiernos más seguras del mundo, disminuyendo a AA, A, BBB, BB, B, CCC, CC, C, en donde C se otorga a las compañías más arriesgadas. Lo relevante es que la calificación está asociada a las tasas de interés que pagan, y la regla es la siguiente: a menor calificación, mayor riesgo y, por tanto, mayor tasa de interés. Esto les permite ser atractivas para los inversores.
A pesar de que las empresas calificadoras de deuda se constituyen en una referencia obligada al incursionar en mercados financieros internacionales, no son infalibles, o sea, que se pueden equivocar. Recuerde que del total de MBS (mortage backed securities) calificados como AAA por las agencias calificadoras en 2006, hoy en día el 93% son calificadas como bono basura.
En términos generales, al bajar la calificación de la deuda de un país, disminuye también la confianza de los inversores que compran bonos del estado, lo que eleva las tasas de interés que se pagan a los tenedores de bonos para que no se desprendan de ellos. Obviamente un país que no está bien calificado también enfrenta mayores complicaciones para conseguir otorgamientos de créditos.
Paradójicamente a la relación mencionada entre la calificación de la deuda y la tasa de interés, en Estados Unidos esto no sucedió. La tasa de interés de los bonos de largo plazo no sufrió ningún cambio. Tampoco se observó una salida masiva de capitales de la Unión Americana. La siguiente nota del día 8 lo confirma: “El Tesoro colocó el martes 32.000 millones de dólares en obligaciones a tres años, en su primera emisión de deuda tras la degradación de la nota de "AAA" a "AA+", que se saldó con una fuerte demanda y una tasa a la baja, de 0,5%.”
Indiscutiblemente, las bolsas de valores se cimbraron, con pérdidas de alrededor de 4 puntos porcentuales, pero en cuanto la Reserva Federal declaró que mantendrá el precio del dinero en niveles históricamente bajos por dos años más, en tasas cercanas al cero por ciento, las bolsas se recuperaron.
Apreciado radioescucha, una empresa de rating le reduce la calificación a la deuda de Estados Unidos, pero los capitales no salieron huyendo ni la tasa de interés de los bonos de largo plazo aumentó, lo que indica que la empresa calificadora se equivocó. No cabe duda que Estados Unidos tiene una deuda elevada, pero da la casualidad que esta nación cuando se endeuda lo hace en dólares, y para pagar puede optar por tan sólo imprimir dinero. Lo que refleja la estabilidad de sus tasas de interés de largo plazo es la seguridad de invertir con ellos y la garantía del cumplimiento de sus obligaciones fiscales; a pesar de su obesa deuda. Como decía la abuela: " Cojo, si cojeas, te dirán cojo”.
Para el Poder de la Discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias
El punto de vista del autor es de carácter personal y no reflejan la opinión de ninguna de las instituciones en las que colabora.
CONTRATA SERVICIOS DE CONSULTORÍA ECONÓMICA, FISCA, CONTABLE Y LEGAL en www.ceficol.com.mx
A. La mala es que la agencia Standard & Poor's rebajó la calificación de la deuda de Estados Unidos, cimbrando los mercados financieros del mundo.
B. La buena es que, a pesar de que no lo reconozca, la agencia de rating se equivocó al degradar la deuda de estados unidos, a pesar de su abultada deuda, que al fin y al cabo se paga con dólares.
El viernes de la semana pasada la agencia Standard & Poor’s redujo la calificación de deuda de los Estados Unidos en un escalón, de “AAA” a “AA+”; el primer revés en esta materia para la economía que aporta uno de cada cuatro dólares que se producen en el mundo y a la cual le vendemos más del 80% de nuestra exportaciones. La decisión fue tomada ante la preocupación por el creciente déficit presupuestario del país y a la elevada carga de su deuda.
Standard & Poor’s es un gigante financiero, como referencia pertenece a la editora estadounidense McGraw-Hill. Standard&Poor's, además de ser una agencia de emisión de calificaciones de deuda también proporciona estudios y análisis y emite índices bursátiles. En 2007 el beneficio total de la empresa alcanzó los 2.3 millones de euros, beneficios que obtuvo básicamente en los mercados de crédito.
La calificación una deuda, generalmente de largo plazo, estima la fiabilidad del emisor, a los que se les califica con letras, desde la máxima valoración denominada AAA, otorgada a las deudas de las compañías y gobiernos más seguras del mundo, disminuyendo a AA, A, BBB, BB, B, CCC, CC, C, en donde C se otorga a las compañías más arriesgadas. Lo relevante es que la calificación está asociada a las tasas de interés que pagan, y la regla es la siguiente: a menor calificación, mayor riesgo y, por tanto, mayor tasa de interés. Esto les permite ser atractivas para los inversores.
A pesar de que las empresas calificadoras de deuda se constituyen en una referencia obligada al incursionar en mercados financieros internacionales, no son infalibles, o sea, que se pueden equivocar. Recuerde que del total de MBS (mortage backed securities) calificados como AAA por las agencias calificadoras en 2006, hoy en día el 93% son calificadas como bono basura.
En términos generales, al bajar la calificación de la deuda de un país, disminuye también la confianza de los inversores que compran bonos del estado, lo que eleva las tasas de interés que se pagan a los tenedores de bonos para que no se desprendan de ellos. Obviamente un país que no está bien calificado también enfrenta mayores complicaciones para conseguir otorgamientos de créditos.
Paradójicamente a la relación mencionada entre la calificación de la deuda y la tasa de interés, en Estados Unidos esto no sucedió. La tasa de interés de los bonos de largo plazo no sufrió ningún cambio. Tampoco se observó una salida masiva de capitales de la Unión Americana. La siguiente nota del día 8 lo confirma: “El Tesoro colocó el martes 32.000 millones de dólares en obligaciones a tres años, en su primera emisión de deuda tras la degradación de la nota de "AAA" a "AA+", que se saldó con una fuerte demanda y una tasa a la baja, de 0,5%.”
Indiscutiblemente, las bolsas de valores se cimbraron, con pérdidas de alrededor de 4 puntos porcentuales, pero en cuanto la Reserva Federal declaró que mantendrá el precio del dinero en niveles históricamente bajos por dos años más, en tasas cercanas al cero por ciento, las bolsas se recuperaron.
Apreciado radioescucha, una empresa de rating le reduce la calificación a la deuda de Estados Unidos, pero los capitales no salieron huyendo ni la tasa de interés de los bonos de largo plazo aumentó, lo que indica que la empresa calificadora se equivocó. No cabe duda que Estados Unidos tiene una deuda elevada, pero da la casualidad que esta nación cuando se endeuda lo hace en dólares, y para pagar puede optar por tan sólo imprimir dinero. Lo que refleja la estabilidad de sus tasas de interés de largo plazo es la seguridad de invertir con ellos y la garantía del cumplimiento de sus obligaciones fiscales; a pesar de su obesa deuda. Como decía la abuela: " Cojo, si cojeas, te dirán cojo”.
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miércoles, 10 de agosto de 2011
EL AUMENTO DE LA POBREZA EN MÉXICO
CONTRATA SERVICIOS DE CONSULTORÍA ECONÓMICA, FISCAL, CONTABLE Y LEGAL en www.ceficol.com.mx
Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludas a tu finísimo público. Hoy comentaré el aumento de la pobreza en nuestra nación, y en este tenor les tengo dos noticias, una mala y una buena:
A. La mala es que en el año 2010 se contabilizaron casi 58 millones de personas en pobreza, un aumento de 5.4 millones de personas respecto al registro de 2008.
B. La buena es que esto se debe a la crisis de Estados Unidos, con su consecuente efecto en la economía mexica y por el aumento de los precios internacionales de los productos agrícolas; así que el gobierno sale bien librado de su responsabilidad.
La población en pobreza, pomposamente llamada, multidimensional ascendió de 49 millones de personas en 2008 a 52 millones en 2010, además la pobreza por ingresos registró un crecimiento de 52 millones a casi 58 millones de habitantes, o sea que más de 5 millones de mexicanos se sumaron al “club de la pobreza”. Indiscutiblemente, estas cifras son obscenas, pero esta situación no es nueva. En 2006 se registraron 46 millones de personas en pobreza, 12 millones de menos respecto a los que hoy contamos, pero lo peor se observó en 1994 cuando se contabilizaron casi 64 millones de individuos en pobreza.
Con base en la información que reporta el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), hoy en día en México, con números simples se puede decir que de cada 2 habitantes de esta nación uno se encuentra con alguna condición de marginación, ya sea alimentaria, de capacidades y de patrimonio; simplemente son personas que no pueden conseguir una nivel de vida que les permita tener, alimento, vestido, y casa digna.
Todavía hay situaciones más críticas, ya que el “club de los pobres” tiene estratos. 28 millones de personas no les alcanza para comer bien, uno de cada cuatro habitantes está en esta situación, pero 11 millones de personas están en el extremo, ya que no les alcanza ni para comer diario; lo que implica que uno de cada 10 de nuestros hermanos padece esta lamentable condición, ellos se ubican principalmente en municipios del Estado de Chiapas y Guerrero; aunque cabe señalar que en donde aumento a una mayor velocidad la pobreza fue en Veracruz, Guanajuato, Chihuahua y Oaxaca.
Sobre las causas que mantienen a tanta gente en el umbral de la pobreza se mencionan a la reciente crisis económica, el aumento del precio internacional de algunos productos agrícolas, del desempleo, la falta de educación y de oportunidades; además de las limitantes de su localidad.
Por supuesto que también se culpa al “modelo económico” y yo comparto esta opinión, porque el gobierno es incapaz de resolver el problema de la pobreza, porque esta sí que deja votos. Las instituciones internacionales, como el Banco Mundial y los regionales, así como los gobiernos piensan que las políticas públicas deben constituirse en un factor de solución al problema, pero se omite que en todos los niveles de gobierno el ejercicio del gasto público es ineficiente y no llega a donde debería
Los distintos niveles de Gobierno en México ejerce un sinfín de programas sociales con el fin de combatir todas las formas de pobreza que van desde la ayuda económicas (como en el caso de “70 y más”, Tarjetas de Depósito a madres solteras, Seguro de Desempleo, etc.) hasta becas educativas (para Preparatoria) y repartición de medicinas gratuitas (Red Ángel, Seguro Popular, etc.). Más de 100 programas que no nos sacan de la pobreza.
Apreciado radioescucha, el problema es que no se ataca el problema de raíz, no basta con transferirles algunos pesos, hay que darles educación de calidad y trabajar en el marco de políticas que nos permitan crear empresas privadas y empleos. Para ello, no me cansaré de decirlo se requiere implementar las reformas estructurales, la fiscal, laboral, energética, y poner especial énfasis en la calidad educativa. Pero en esta materia al menos un 78 por ciento de los maestros que aspiraban para adquirir una plaza de la Secretaría de Educación Pública reprobaron el Examen Nacional de Conocimientos y Habilidades Docentes. Si así están nuestros maestros, que se espera de los alumnos. Como decía la abuela: “no les des peces, mejor enséñalos a pescar”, pero pescar bien, con tecnología.
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Los jueves de 12:00 a 13:00 hrs. en el programa radiofónico EL PODER DE LA DISCRECIONALIDAD con Jorge Humberto Pazos Chávez. Un Programa de Servicio Ciudadano. Se transmite de Lunes a Viernes de 12:00 a 13:00 hrs. En CAMBIO 1440 A.M. (http://www.radiovox.com.mx/)
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Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludas a tu finísimo público. Hoy comentaré el aumento de la pobreza en nuestra nación, y en este tenor les tengo dos noticias, una mala y una buena:
A. La mala es que en el año 2010 se contabilizaron casi 58 millones de personas en pobreza, un aumento de 5.4 millones de personas respecto al registro de 2008.
B. La buena es que esto se debe a la crisis de Estados Unidos, con su consecuente efecto en la economía mexica y por el aumento de los precios internacionales de los productos agrícolas; así que el gobierno sale bien librado de su responsabilidad.
La población en pobreza, pomposamente llamada, multidimensional ascendió de 49 millones de personas en 2008 a 52 millones en 2010, además la pobreza por ingresos registró un crecimiento de 52 millones a casi 58 millones de habitantes, o sea que más de 5 millones de mexicanos se sumaron al “club de la pobreza”. Indiscutiblemente, estas cifras son obscenas, pero esta situación no es nueva. En 2006 se registraron 46 millones de personas en pobreza, 12 millones de menos respecto a los que hoy contamos, pero lo peor se observó en 1994 cuando se contabilizaron casi 64 millones de individuos en pobreza.
Con base en la información que reporta el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), hoy en día en México, con números simples se puede decir que de cada 2 habitantes de esta nación uno se encuentra con alguna condición de marginación, ya sea alimentaria, de capacidades y de patrimonio; simplemente son personas que no pueden conseguir una nivel de vida que les permita tener, alimento, vestido, y casa digna.
Todavía hay situaciones más críticas, ya que el “club de los pobres” tiene estratos. 28 millones de personas no les alcanza para comer bien, uno de cada cuatro habitantes está en esta situación, pero 11 millones de personas están en el extremo, ya que no les alcanza ni para comer diario; lo que implica que uno de cada 10 de nuestros hermanos padece esta lamentable condición, ellos se ubican principalmente en municipios del Estado de Chiapas y Guerrero; aunque cabe señalar que en donde aumento a una mayor velocidad la pobreza fue en Veracruz, Guanajuato, Chihuahua y Oaxaca.
Sobre las causas que mantienen a tanta gente en el umbral de la pobreza se mencionan a la reciente crisis económica, el aumento del precio internacional de algunos productos agrícolas, del desempleo, la falta de educación y de oportunidades; además de las limitantes de su localidad.
Por supuesto que también se culpa al “modelo económico” y yo comparto esta opinión, porque el gobierno es incapaz de resolver el problema de la pobreza, porque esta sí que deja votos. Las instituciones internacionales, como el Banco Mundial y los regionales, así como los gobiernos piensan que las políticas públicas deben constituirse en un factor de solución al problema, pero se omite que en todos los niveles de gobierno el ejercicio del gasto público es ineficiente y no llega a donde debería
Los distintos niveles de Gobierno en México ejerce un sinfín de programas sociales con el fin de combatir todas las formas de pobreza que van desde la ayuda económicas (como en el caso de “70 y más”, Tarjetas de Depósito a madres solteras, Seguro de Desempleo, etc.) hasta becas educativas (para Preparatoria) y repartición de medicinas gratuitas (Red Ángel, Seguro Popular, etc.). Más de 100 programas que no nos sacan de la pobreza.
Apreciado radioescucha, el problema es que no se ataca el problema de raíz, no basta con transferirles algunos pesos, hay que darles educación de calidad y trabajar en el marco de políticas que nos permitan crear empresas privadas y empleos. Para ello, no me cansaré de decirlo se requiere implementar las reformas estructurales, la fiscal, laboral, energética, y poner especial énfasis en la calidad educativa. Pero en esta materia al menos un 78 por ciento de los maestros que aspiraban para adquirir una plaza de la Secretaría de Educación Pública reprobaron el Examen Nacional de Conocimientos y Habilidades Docentes. Si así están nuestros maestros, que se espera de los alumnos. Como decía la abuela: “no les des peces, mejor enséñalos a pescar”, pero pescar bien, con tecnología.
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