Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré sobre el fin formal de la recesión económica en Estados Unidos y la secuela de pobreza que dejó, y en este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala.
A. La buena, es que la recesión económica en Estados Unidos finalizó en junio de 2009 y se prevé una recuperación de la mayor economía del mundo.
B. La mala, es que el nivel de pobreza en el mundo ha aumentado como resultado de la crisis mundial, estableciéndose como uno de los más altos en la historia mundial.
El ciclo recesivo que comenzó en diciembre de 2007 con una duración de 18 meses, constituyó uno de los periodos más prolongados y profundos de recesión económica en el mundo después de la Gran Depresión de 1929.
Afortunadamente, se ha dado por concluida la recesión en nuestro vecino del norte, de acuerdo a la Oficina Nacional de Investigación Económica, la recuperación comenzó en junio del 2009 y cualquier descenso futuro se clasificará como una nueva recesión y no como continuación de la anterior. Algunos analistas anticipan un crecimiento lento pero prolongado de la economía norteamericana además de que se descarta otro periodo recesivo en lo inmediato.
Por otra parte, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional nos revelaron que la crisis económica tuvo como resultado directo que 64 millones de personas en el planeta se sumaran a las que ya vivían con un ingreso menor a 1.25 dólares, equivalentes a 16 pesos mexicanos por día, menos de 500 pesos al mes, considerados como individuos en condiciones de pobreza extrema.
De acuerdo con el Banco Mundial la población que vivía en estas condiciones descendió de 52% en 1982 a 25% en 2005 con alrededor de mil 400 millones de personas. Hacia el año 2015 se esperaba que la proporción de pobres en extremo disminuyera a un 15%. Sin embargo, estos organismos han indicado que no se ha visto una disminución en la pobreza debido al impacto de la crisis alimentaria, energética y financiera, lo que ha disminuido las posibilidades de lograr las metas propuestas por Naciones Unidas en los denominados Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En el año 2000 el Banco Mundial reportaba que 4.8 millones de mexicanos estaba en condiciones de pobreza extrema, para el año 2008 esta proporción se redujo a 4.2 millones. Pero como México fue uno de los países más afectados por la crisis, se calcula que la tasa de pobreza crezca 4% entre 2008 y 2010, lo que nos arroja un saldo de 4.6 millones de pobres. Esto significa que en esta materia prácticamente estamos igual que hace una década.
Estimado radioescucha, en periodos de recesión la tasa de pobreza tiende a agrandarse en la mayoría de los países, salvo en china, y cuando comienza la recuperación económica el número de pobres disminuye. Sin embargo, a pesar que la economía se recupera, con cifras de empleo que el gobierno se ufana en declarar que han creado, es momento que la pobreza extrema en el país no muestra señales de disminución. Soy de la opinión que si alguien es especialista en perpetuar la precariedad de ingreso de nuestros hermanos es el gobierno, porque piensa que transfiriéndoles unos pesos les puede resolver su problema de pobreza, pero sería mejor permitirles educarse a través de becas que pudieran utilizar para educarse en la escuela de su elección. Como decía la abuela, no les des pescado, mejor enséñalos a pescar. Pero el tema de la reforma educativa ni por error lo escuchamos en el Congreso.
Para el poder de la discrecionalidad, soy Miguel Cervantes y estaré con usted la próxima semana, gracias.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
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