Hola Jorge Humberto (Pablo), es un placer volver a saludar a tu finísimo público. En esta ocasión comentaré la propuesta de legalizar en México la producción de drogas ilícitas. En este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala:
A. La buena, es que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, comparó a nuestro presidente, Felipe Calderón con Elliot Ness, aquel personaje que se hizo famoso por combatir a Al Capone durante la prohibición de producción de alcohol en los Estados Unidos.
B. La mala, es que a Obama se le olvidó mencionar que a pesar de los esfuerzos, Ness no le ganó la batalla a los capos que controlaban el comercio ilegal de alcohol; por el contrario, la violencia y los delitos asociados a la prohibición se terminaron cuando se legalizó la manufactura de bebidas de contenido alcohólico.
Indiscutiblemente, el consumo de drogas no solo es nocivo para la salud de las personas, también lo es para la sociedad porque en los procesos de producción, distribución y consumo están asociados múltiples delitos, como la venta de sustancias prohibidas, los robos de los dependientes y los ajustes de cuentas entre miembros de los cárteles de la droga, entre otros.
El presidente Obama comparó a Calderón con Elliot Ness por su combate frontal al narcotráfico. Ness se hizo famoso con la serie televisiva "Los Intocables". Usted recordará las míticas balaceras entre los policías llamados los intocables y la banda de Al Capone incluido Frank Nitti, esto entre 1919 y 1933.
Lo relevante de este histórico evento es que el crimen y las muertes de la prohibición de producción, comercialización, transporte, importación y exportación de bebidas de contenido alcohólico, concluyó cuando en 1933 se declaro legal su producción.
El gobierno mexicano estima que la venta de drogas en nuestro país asciende a 50 mil millones de dólares, cifra parecida a la suma de inversión extranjera directa, turismo y remesas. Pero el verdadero problema es que el año pasado se registraron 5,400 muertes por narcotráfico y en lo que va de este se han contabilizado casi mil. Ante estos lamentables eventos, algunos políticos proponen legalizar la producción y el consumo de drogas en México. Sin embargo, a pesar de que estoy convencido de que los mercados, en donde participan millones de consumidores y cientos de productores, son la mejor forma en que podemos distribuir los bienes y servicios que consumimos, en el caso de las drogas estoy en total y absoluto desacuerdo con esta propuesta. El motivo es muy simple, el mercado de la droga es particular porque se produce en México y se consume en Estados Unidos, lo que significa que la producción y consumo se debe legalizar en ambas naciones a la par para que la actividad deje de ser lucrativa para las organizaciones criminales. Si únicamente se legaliza en México no pasaría nada, ya el que el consumidor, el que paga en Estados Unidos, no tendría acceso legalmente a la droga y el narcotráfico seguiría siendo un buen negocio.
Estimado radioescucha, los mercados son un buen mecanismo para comprar y vender los bienes que necesitamos, pero ni Estados Unidos ni México están dispuestos ahora a legalizar conjuntamente la producción y consumo de drogas ilícitas, a pesar de ser la solución idónea.
Para EL PODER DE LA DISCRECIONALIDAD (FRECUENCIA FINANCIERA), soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana.
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jueves, 2 de abril de 2009
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