Hola Jorge Humberto, es un placer volver a saludar a tu finísimo público. Hoy comentaré la evolución del ingreso de divisas ante la escalada del crimen organizado. En este tenor, les tengo dos noticias: una buena y una mala.
A. La buena, es que siguen entrando divisas provenientes del exterior.
B. La mala, es que han caído respecto al año anterior, motivado por la inseguridad, la crisis económica y la contingencia sanitaria.
El departamento de Estado de la Unión Americana dice “que el crimen ocurre con frecuencia y puede ser violento especialmente en la Ciudad de México, Tijuana, Ciudad Juárez, Acapulco y los estados de Sinaloa y Durango”. Aunado a esto, existe una campaña de desprestigio en los medio de comunicación de nuestros vecinos del norte, en los que se afirma que México es un destino turístico peligroso, lo que pone en riesgo la actividad turística nacional, ya que el 90% del flujo turístico lo sostenemos con Estados Unidos y Canadá.
El año pasado la industria turística reportó una pérdida de casi 2 mil millones de dólares en el rubro de llegada de turistas internacionales, dicho evento fue originado por la contingencia sanitaria, la recesión económica mundial y la percepción de inseguridad en nuestro país. A tal grado que la ocupación hotelera ha caído en los destinos turísticos del norte y centro del país, presumiblemente por los actos criminales asociados al narcotráfico en primer lugar. Tal es el caso de Chihuahua y Baja California que han perdido uno de cada diez turistas que recibían un año atrás. Pero si esto le parece lamentable existen lugares como Tijuana, Rosarito y Ensenada que han perdido la mitad de sus turistas.
Por el lado de los inversionistas internacionales el clima de inseguridad también nos ha afectado, ya que la inversión extranjera directa en 2009 fue de 15 mil millones de dólares, cifra inferior a los 22 mil millones registrados tan sólo un año antes.
Estimado radioescucha, es difícil estimar los efectos causados por la violencia que genera el narcotráfico y la lucha para combatirlo, porque el año pasado se sumaron la contingencia sanitaria y la recesión económica mundial. Lo que sí le puedo aseverar es que un papel fundamental del estado, del gobierno, es garantizar los derechos de propiedad, es decir, debe cuidar y definir quien tiene derecho a usar, disfrutar y disponer de los bienes y propiedades en un clima de orden, respeto y seguridad. Esa es la principal función del Estado y actualmente los gobiernos federal, estales y municipales, además el congreso y el poder judicial no están cumpliendo.
Para el poder de la discrecionalidad soy Miguel Cervantes y estaré con ustedes la próxima semana. Gracias.
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